Paraje de Casa Blanca
En el enclave conocido como Casa Blanca, nace el arroyo Salado que no cuenta con un gran caudal, pero sus aguas son medicinales por su elevado nivel de yodo. Allí se puede comprobar cómo de la tierra brotan a borbotones estas aguas milagrosas, recomendadas sobre todo para enfermedades relacionadas con el aparato digestivo o con diversas dolencias degenerativas del sistema óseo.
Ya durante la dominación romana se aprovecharon esas aguas medicinales, puesto que en la zona se han encontrado los restos de antiguas termas.
La salinidad de este agua se va perdiendo cuando llega al río Almargen, que alimenta a su vez al río de la Venta, que desemboca finalmente en el pantano del Guadalteba.